Alex Toledo es nuestro escritor del mes. Nació el siglo pasado en la Ciudad de México. Es comunicador, terapeuta enfocado en relaciones interpersonales y experto catador de quesos y pan dulce. Hoy, nos habla de su más reciente libro: «ni siempre ni nunca (ni tú ni yo)».

 

«La pasión por la lectura llegó por mis papás. Me inicié en la lectura por cuestión de ellos, quienes me inculcaron esa parte de la lectura, la cultura, la música y las artes. Mi gran detonador de querer escribir, llegó cuando leí la saga de Harry Potter, tenía entre 8 o 9 años, recuerdo que compraba los libros con mis domingos, los leía con desesperación en una semana, al siguiendo domingo compraba el posterior, en aquel tiempo habían llegado los primeros cinco libros, los otros dos tardaron más en publicarlos, pero los compraba y decía, ¿qué es esto?¿qué estoy leyendo?esto es maravillosoquiero escribir algo así».

«Siempre se me ha dado el gusto por la lectura, el cine y contar historias. Empecé a escribir en un cuaderno, luego lo pasaba a la computadora, según yo, hacía mis novelas, hasta que pasé por la preparatoria y la universidad, y lo fui perfeccionando. Empecé a buscar oportunidades más grandes, con blogs de aquel tiempo, escribir sobre lo que estaba descubriendo, que era el mundo gay, porque acaba de salir del clóset, quería compartir mi visión de cómo era el ambiente, visto por un chico adolescente. Escribí para Soy HomosexualInspirulina y otros blogs que ya no existen. Empecé a tener lectores y dije, ahora quiero mi propio blog, lancé mi propia página, hasta que un día los lectores me dijeron “¿por qué no haces un libro con todo esto que tienes escrito aquí?”. En ese blog llegué a escribir más de 500 artículos, muchos ya sumados en la página 20, que ya nadie leía, porque nadie llega a la página nueve del sitio web, dije, voy a rescatar esos textos, hice una revisión, cuáles servían, cuáles no, cuáles me gustaban y cuáles eran los más leídos, así salió el primer libro: Se curan rotos, descocidos y deshilachados».

«Fue padrísimo el primer encuentro con los lectores,  porque por primera vez les puse cara a todas las personas que me habían leído por tanto tiempo, desde los blogs en los que escribía y ahora con algo que era físico y que había creado para ellos. Fue muy emocionante porque me acordé de las veces que mi mamá nos llevaba, a mi hermano a mí, a las ferias de libros y nosotros veíamos a los autores desde el público, de repente era el autor, ya estaba del otro lado, dije, qué vueltas da la vida, de repente estás de un lado, pero luego te toca estar del otro. ¡Fue una sensación muy increíble!».

«Es el tercer hijo que tengo o el cuarto porque hay un audiolibro, la editorial tiene una serie que se llama Penguin Original, que son audiolibros, se llama: Los silencios que habito».

«Ni siempre ni nunca, (ni tú ni yo) nace de la necesidad de hablarle a la gente soltera, quería que la gente se sintiera cómoda en su soledad y en sus espacios, que se den cuenta que no necesitan tener una pareja para tener una realización personal. Vivimos en un mundo que castiga demasiado la soltería, si no tienes pareja, si llevas mucho tiempo solo o sola. Como psicoterapeuta me enfrento en terapia, muchas veces, con pacientes que llegan por ese tema: es que llevo muchos años solo o sola, no encuentro pareja, algo está mal en mí. Pareciera que quien está solo está mal, quien fracasa en el amor, fracasa en la vida, quien triunfa en el amor triunfa en la vida y no es así».

«Este libro es una carta de amor para todas esas personas, para decirles, ¡oye, tu soltería está padre!, ¡está bien lo que eres!, como eres, lo que ahorita estas viviendo y no necesitas a nadie porque no has fracasado, de ahí surgió el nuevo libro y me parece una idea muy interesante de explorar porque en mis otros libros, por ejemplo, en Antes de dejarte ir, que es el libro anterior, hablé de la perdida, de la muerte, de los duelos y cerrar ciclos. Es una novela de realismo mágico, un poco más densa, más oscura, pero muy reconfortante para quien atraviesa un duelo. En Se curan rotos, mi primer libro, hablo del amor, de la ruptura, del corazón roto, del proceso de sanación, desde que te rompen el corazón hasta que finalmente decides enamorarte otra vez, el fin era ese, volver a enamorarte. Ya hablé del amor y la perdida, ahora quiero escribir de la soltería».

«Conforme he ido escribiendo he sumado más lectores. Uno podría decir, sí, te lee mucha gente y eres famoso, ¡que padre!, te pierdes en esa cosa superflua. A mí, me han dado un sentido de seriedad y responsabilidad, porque ahora tengo que ser muy cuidadoso con lo que escribo y le comparto a la gente, porque no sé quién está del otro lado. Hay una responsabilidad y procuro ser muy cuidadoso con las palabras que escojo, con los enunciados que emito, con los posicionamientos que tomo. La responsabilidad es escribir algo que no vaya en detrimento de quien lee, sino que le ayude y le sume, jamás podría escribir algo que los vaya a deprimir, ponerlos tristes o hasta sentir que la vida no vale nada. He leído autores que me hubiera gustado no leer porque los termino y digo, ¡ya llévame!, ¿para qué vivo?, pero son libros que así están escritos; hace poco leí Generación Idiota, dije, vamos a leerlo, seguramente está haciendo una crítica a las nuevas generaciones, la tecnología y cómo podemos mejorar, literalmente, nos pone en la calle de la amargura, prácticamente nos dice que vamos a acabar con el mundo y esto de la diversidad es un engaño, terminé enojado de leer. Escribir así es algo que nunca podría, que la gente diga, me sentí enojado o terribleme dieron una patada en el trasero, siempre quiero escribir cosas muy reales, cotidianas, llegadoras y entrañables, que te muevan emociones, que al final te dejen una enseñanza y que puedas ocupar en tu vida diaria». 

«Soy muy fan de Juan Rulfo, me gusta Carlos Fuentes, ¡porque era lo que había en casa!; Fiódor Dostoyevski, mi papá es arquitecto y en la UNAM le dejaron leer a muchos autores así. Michel Foucault, por mi mamá que es psicóloga. Tengo predilección por Isabel Allende, el primer libro que leí de ella fue La Ciudad del Dragón de Oro, y después me fui a La Casa de los Espíritus, luego vi la película, y me quedo con el libro, la película es muy buena, pero el libro siempre es el libro. Christopher Paolini que hizo la saga de Eragon, me parece una colección preciosa, no sé por qué no han hecho las demás películas. Anselm Audley escribe fantasía, crea mundos surreales y postapocalípticos, tiene una saga que se llama Herejía; acabo de leer Una Novela Criminal de Jorge Volpi, leí Ese Horrible Deseo de Pertenecer de Igor Ramírez García-Peralta», finalizó. ¡Síguelo como: @alejillotol!